BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN

Las barreras de la comunicación son aquellos elementos que afectan negativamente a su eficacia. 

Podemos distinguir tres tipos de barreras en una comunicación efectiva: 

Las ambientales que están relacionadas con todo aquello que nos rodea y pueden tener un efecto negativo. Ejemplos de barreras ambientales son situaciones de incomodidad, calor o frío en una sala, asientos incómodos o ruidos. Una forma para superar este tipo de situaciones es escoger un lugar apropiado, sin distracciones ni interrupciones. 

Las barreras verbales están relacionadas con la forma de hablar, ejemplos de este tipo son personas que hablan en distinto idioma, que hablan muy rápido o que no saben expresarse adecuadamente. Para evitar las barreras verbales hay que tener muy claro que se quiere comunicar y expresarlo con claridad. 

Por último las barreras interpersonales, relacionadas con el asunto que se va a tratar entre las dos personas que intervienen. Dentro de este tipo de barrera encontramos la suposición que consiste en dar por hecho algo. La percepción que es nuestro punto de vista a partir de lo que vemos y oímos y los prejuicios, relacionados con la edad, el sexo, raza o religión. Para evitarlo, es necesario no tomar en cuenta las suposiciones o prejuicios que se puedan tener a priori, sino estar atentos a las posibles diferencias en la percepción.

ELEMENTOS Y FUNCIONES EMPRESARIALES

La empresa persigue unos objetivos, y para lograrlos necesita contar con una serie de elementos: 

En primer lugar destacar el factor humano, donde encontramos el propietario o capitalista que en ocasiones las figuras del empresario o propietario coinciden en la misma persona. El empresario, persona que toma todas las decisiones, y asume todos los riesgos que puedan derivarse de ellas. Y por último los empleados, personas que aportan su trabajo a cambio de una remuneración. En segundo lugar el capital, que se divide en valores inmateriales: fondo de comercio, las patentes o aplicaciones informáticas. En elementos de circulante: existencias o tesorería y elementos patrimoniales tangibles: maquinaria y edificios e instalaciones. El entorno se constituye tanto con las personas como con las instituciones con las que la empresa necesita tener alguna relación. Y el último elemento es la organización de los elementos personales y materiales la cual debe estar determinada por quien ostenta la responsabilidad de dirección. 

Respecto a las funciones de la dirección de la empresa en primer lugar se llevaría a cabo la planificación que consiste en fijar unos objetivos, marcar estrategias y definir las políticas de la empresa. Después organizar los medios materiales y humanos para conseguir los objetivos, definir las funciones que debe realizar cada persona, así como su responsabilidad y autoridad, en tercer lugar gestionar, hacer que las decisiones sean eficaces y que todo el personal realice su cometido. Y por último controlar, es decir, verificar que todo salga como se había previsto.